Llegué en el 1986, hace 34 años. Vine por México como venimos muchos inmigrantes.
Me tocó viajar con mis hijos, Crucé el Río Bravo Río Grande. Gracias a Dios no fue tan malo, no sufrimos tanto mucho como está sufriendo está
pobre gente las cuales las considero.
Hoy por hoy no es fácil. Llegué hace 34 años. Fue más fácil en ese momento. Hoy, la gente es muy discriminada. No les importan los niños ni las mujeres, nada, nada ... Como si los recién llegados fueran ceros, inútiles, que no valen nada... pero son seres humanos.
Es el mejor país, pensamos que EE.UU. era el mejor país para crear nuestros hijos y que hay
trabajo. En ese entonces pues fuimos bienvenidos. Gracias a Dios, todo ha salido bien… De hecho, ahora soy ciudadana de este país.
El día que derrame más lagrimas en este país fue cuando mi hijo se fue a Afganistán. Cuando el regreso, mi corazón ya se puso en su lugar. Antes estaba en el aire es así esperando a que regresara, pero ahora ya no.
Lo que más extraño de mi país… bueno, siempre estamos pensando en la comida aunque engorde. Siempre se echa de menos la comida, pero sobre todo la familia. Se extraña mucho y eso la convivencia familiar, la guitarra por la tarde, la música, esto el chocolate por la tarde los frijolitos, y el queso.